jueves, 15 de marzo de 2012

Platero y Yo

Platero y Yo es una narración lírica de Juan Ramón Jiménez que revive poéticamente la vida y muerte del burro platero.  Platero es un burro pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Come de todo y los del pueblo dicen que tiene acero.
Era una noche morada y brumosa. Vagas claridades malvas y verdes quedaban tras la torre de la iglesia. Salió un hombre oscuro, con una gorra y un pincho que quería clavar en el seroncillo pero lo impide.
Tres niños hacían como si fueran mendigos, uno decía que era cojo, en esto que llegó una niña forastera y les insulto dándoles a la vez un consejo.
Todo se veía distinto cuando ocurrió el eclipse, el mar parecía blanco... Y para observarlo mejor utilizaban varios instrumentos: gemelos de teatro, etc. Y también lo veían desde diferentes sitios: desde el mirador.
La luna les acompaña por un valle soñoliento. Hay un olor penetrante a naranjas, humedad y silencio. Hace frío y tienen miedo, así que Platero trota para salir de allí.
Le dice a Platero que si fuera a la miga aprendería muchas cosas. Sabría más que el médico. Pero que era muy grande para sentarlo en una mesa, cantar en el coro, escribir con pluma. Además le maltratarían. Así que el mismo dijo que le enseñaría algunas cosas.


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